19 ene 2012

La verdad sobre la Barbie



"There is nothing inside"


Hace poco mientras estaba en la ducha pensando sobre qué postear pensaba en que haría algo sentimental, humorístico o patriótico tal vez, uno no sabe. Al final de la discusión conmigo mismo me dije “ya! algo llegará y saldrá”. Resulta que mientras me cepillaba veo algo que me llamó la atención y era una barbie de mi sobrinita que había dejado olvidada en el baño, lo que me llamó la atención de la muñeca fue que estaba de frente y los pies no se le veían, yo pensé “A esa muñeca le faltan los pies” y me la imaginé como perfecta sobreviviente de una película de Saw o algo así. Cuando terminé de afeitarme la agarré y vi que sí tenía pies pero estaba de puntillas, entonces dije: “Ya tengo un post!”.

Dejando a un lado esta breve introducción en la cual dejo claro como me “inspiré” a escribir esto aquí vamos.

La Barbie, el perfecto prototipo de una chica común y corriente pero, un momento, la Barbie no es una chica común y corriente, o las chicas reales no son Barbie? O Barbie no es como las chicas comunes? O las chicas comunes no son ni Barbie ni comunes? Pues en mi opinión, muchas quieren ser Barbie, Barbie intenta ser muchas pero al final, ninguna existe.

Analicemos a Barbie y hagamos comparaciones y/o relaciones:

Barbie de puntillas: Barbie siempre está de puntillas, como no puede caminar sin tocar el suelo, ni mucho menos levitar o volar por si misma tiende a tocar el suelo lo menos posible, de manera que, pese a su larga estatura se vea más alta que las demás. Las chicas comunes o las chicas de hoy pretenden ser así, tan solo basta tener unas cuantas fotos bonitas en su perfil, muchos amigos a quienes ni conocen y… meterse en una academia de modelaje para no perder el “gusto”.

¿Cabello o brocha?: El cabello de Barbie es de mentira (como toda la muñeca), siempre fue rubia hasta que comenzaron a verse tonos naranjas, pelirojos, caoba, entre otros. Las chicas de hoy usan extensiones de cabello y se los pintan a cada rato cual pincel de Picasso.

90-60-90: Barbie tiene una silueta “perfecta”, eso será para los europeos porque el latino prefiere una mujer con senos grandes y bastante trasero, habría que sacar una “Barbie Diosa Canales” para comprobar que el 90% de los hombres la compraría. Las chicas de hoy a punta de faja yeso látex y otras cosas más luchan por ser una chica 90-60-90.

Barbie y su novio: Ken, todas las chicas sueñan con el típico hombre ojos claros, cabello sedoso y que se mueve con la brisa, cuerpo atlético y de abdomen definido, de gran sonrisa y, muy importante para ellas: que no hable. Si chicas, Barbie lo tiene y saben qué? No tiene pipí!

Nada me falta: Barbie tiene carro, yate, avión, es doctora, veterinaria, fashionista, aeromoza, actriz, cantante, modelo, tiene una súper casa donde solo vive ella, no tiene hijos (a pesar que hace poco salió una versión ‘preñada’), tiene el novio perfecto, tiene spa, se va de vacaciones a Hawaii, entre otras cosas. Chicas comunes, aquí creo que perdieron.

Barbie no lo da: Tenemos a la Barbie, la que todo lo tiene, la que es “perfecta” físicamente, pero saben qué? No tiene nada debajo, esto quiere decir que por más que enamores a Barbie no te lo va a dar, así de sencillo. Las chicas comunes o reales, tratan de emular esto pero fallan en el intento, sí! lo dan, solo que a los peores ¿por qué?, sencillo, porque “Ken”, que es el que trabaja, le da todo, es el bonito, el que está con ella siempre y todo no tiene “con qué”.

4 ene 2012

Para poder avanzar




Para todo ser humano es necesario evolucionar o cambiar en ciertos sentidos, sobre todo como personas, psicológicamente, cuando crecemos y nos damos cuenta que podemos hacer cosas por nuestra propia cuenta, que somos capaces de razonar e intentar tomar decisiones acerca de algo tan simple como “qué ropa me pondré hoy?” hasta algo más complejo como “debo aceptar este trabajo?”.

Sin embargo, como la vida tiene tantas cosas y muchas nos suceden al mismo tiempo, debemos ser lo suficientemente maduros como para decidirnos por lo más conveniente o a su vez, de la manera más ordenada posible para no caer en dilemas más adelante.

Adelante… sí! Todos siempre buscamos avanzar, eso es lo que quiero decir con “evolucionar”, se supone que si vamos a cambiar es para mejor, nadie quiere estar peor, ninguno quiere retroceder. Entonces, es por ello que siempre buscaremos ir hacia adelante, cuando decidimos hacer una carrera es porque queremos obtener aprendizaje, una profesión, si cambiamos de empleo es porque se adapte más a nuestras necesidades y nos dé más beneficios; cuando decidimos buscar una pareja nuestros gustos cambian, ya quieres a una persona estable y madura, con los pies sobre la tierra y con ganas de progresar y así con muchas cosas.

¿Nos volvemos exigentes? Quizás sí, un poco con nosotros mismos pero eso no quiere decir que por ello nos vayamos a olvidar de dónde venimos y quienes somos, sin perder esa esencia que nos hace ser quienes somos. Una vez le dije a una persona que necesitaba echarla a un lado de mi vida porque era como una silla en medio del pasillo por el cual yo transitaba y por lo tanto no podía avanzar, me estaba interrumpiendo el paso. Y así fue, se hizo necesario desprenderme de ciertas cosas para seguir adelante y aprovechar las oportunidades que se me presentaban, por constancia y esfuerzo lo logré, no por suerte.

Entonces me remito al título: “para poder avanzar”, es necesario saber qué queremos y a dónde queremos ir, para así comenzar a descartar esas “sillas” que están atravesadas en el pasillo y nos impiden el paso, nunca está de más sacar lo mejor de ello, pero hay que procurar salir con la frente en alto así tengamos que tragarnos nuestro orgullo, cabe destacar que las mejores lecciones las aprendemos de los errores y que las derrotas nos hacen fuertes porque ahí es donde descubrimos nuestros errores, si ganamos siempre y nunca fallamos ¿podríamos decir que somos perfectos? Creo que todos sabemos que la perfección no existe y los que son grandes hoy, ayer fueron pequeños.