Imágenes tomadas horas después de la explosión |
De ti me fascinaban tus
cientos de luces que en las noches cuando te pasaba por el frente parecía estar
en otro mundo, esos sonidos de presión que acompañaban el trabajo diario; tu
árbol de navidad con sus rojos y verdes los cuales veía desde el techo de mi
casa, de ti me enorgullecía saber que eras el más grande del mundo, de ti me
enorgullecía que mi padre trabajara allí.
Lo único que me molestaba
era tu olor cuando la lluvia se avecinaba, pero cómo me alegraba ver a lo lejos
tu llamarada encendida cuando venía entrando a Punto Fijo, me hacía sentir en
casa, seguro…
Pero ahora no puedo verte
igual que antes, ahora no puedo imaginarte como solías ser porque es como si te
hubiese perdido la confianza, y no es por tu gente o quienes trabajan para ti
que digo esto, no, no es por ellos, es por lo que hace un año nos hiciste, fue
porque esa noche mientras unos disfrutaban de la vida nocturna que nos brinda
la ciudad, otros dormían, compartían frente a sus casas, algunos estaban
montando guardia, regresando a casa, trabajando en tus instalaciones y sin
siquiera imaginarlo en unos segundos te los llevaste, nos dejaste un gran
dolor, un miedo, una tragedia, nos marcaste, a muchos los convertiste en
recuerdos aquella madrugada del 25 de agosto del 2012.
Para muchos el mundo se
acabó ese día, otros volvieron a nacer y no sé si fue por cosas de Dios o del
hombre pero lamentablemente nos tocó a los paraguaneros vivir esta tragedia que
se extendió y aún se extiende cada vez que vemos un humo extraño salir del CRP.
Recuerdo tener que ir a trabajar y sentir esa tensión en las calles, ahogar el
llanto al ver la imagen cada mañana al despertar y notar que desde mi casa se podía ver una gran nube de humo y fuego
también, con ese sonido que fue ensordecedor cuando la explosión hizo desastres
en nuestra tierra.
Muchos no perdieron nada o
solo perdieron algo material, otros buscaron a sus familiares y no los
encontraron, quizás hay algunos que aún no hayan sido encontrado… Pero no creo
en rumores y no creo en falsas noticias, solo creo en Dios y en la fuerza de la
gente que se dispuso a ayudar a quienes lo necesitaron, desde el primer momento
hasta que la situación se controló… Creo en la bondad de quienes guardaron
respeto por este pueblo y no soy quien para juzgar ni para culpar a nadie pero
en situaciones como esta es cuando notamos de qué están hechas las personas y
afortunadamente nuestra gente tiene un gran corazón.
Con esto no busco ni
quiero orientarme a algo político ni pretendo conseguir explicaciones ni
culpables, solo quiero desahogar un poco la triste experiencia que fue estar
cerca del lugar de los hechos y ver su magnitud, de ver como ha pasado un año y aún no lo superamos del todo.
Amuay, quiero que sigas
siendo mi orgullo por tu trabajo, por tu producción, quiero que otra vez los
canales internacionales te nombren por tu eficiencia y calidad y no porque
fuiste el centro refinador que una vez explotó y causó daños a su población.
A mi pueblo paraguanero
solo quiero que tenga fuerza carajo!
Dedicado a todas las
víctimas de la tragedia de Amuay el 25/08/2012