1 abr 2017

Prototipos III: El vigilante




El vigilante es la primera persona que te encuentras al entrar a un lugar, bien sea un banco, un centro comercial, una oficina pública, etc. Y es la primera persona con quien te tropiezas al salir.

Personaje peculiar, presente en todos lados, representado en diferentes personas, pero siempre bajo los mismos estándares, siempre bajo el mismo prototipo.
¿De qué va todo esto? Bueno, sencillo.

El vigilante es una persona que cumple con un uniforme y, en algunos casos, un armamento. Además es parte del prototipo tener un teléfono celular al cual nunca debe faltarle el saldo, sino, ¿de qué serían sus guardias nocturnas sin tener cómo ni con quién hablar? Es decir que también debe tener una pretendiente. Conjuntamente, para las guardias de día es necesario llevar unos lentes de sol oscuros, no importa si está trabajando dentro de las instalaciones de un centro comercial o banco, debe dar la impresión de ser una persona intimidante en todo momento.

Si el vigilante lleva armamento nunca lo lleva cargado, siempre he visto armamentos de vigilantes sin el peine de la munición. Aparte usan chaquetas que los hacen ver 3 veces más gordos o corpulentos de lo que son.

El vigilante es una persona que debe tener un amplio conocimiento de las instalaciones que patrulla, ejemplo de ello es llegar a una oficina y preguntarle a quien atiende por los baños y lo primero que te dicen es “pregúntele al vigilante”. Otro ejemplo puede ser que llegas a un sitio, el vigilante te ve con mirada intimidante y le preguntas por la oficina de alguien en particular y te diga “ah! La señora fulanita si eso está en el piso de arriba, al lado de donde dice gestoría”

El vigilante debe tener un amplio conocimiento de los procedimientos que  se llevan a cabo en el lugar donde trabaja. En ocasiones es el encargado de llevar el café a las secretarias de la planta baja. En horas de almuerzo es quien más come y prueba por mínimo 3 almuerzos ajenos al suyo, es en ese momento donde se relaja, saca su lado humorístico y romántico.

Hoy día, el vigilante es quien controla y organiza las colas, da información sobre los productos que llegan, horario de atención, números de cédula para la venta, si hay punto o si es sólo efectivo, orden de entrada y hasta propicia información sobre algún servicio que se esté prestando o no actualmente en las instalaciones.


Puede ser amable en unos casos, en otros no tanto, con los hombres nunca lo es, con las señoritas siempre, es una medida, un patrón, un prototipo más.