A partir de una foto se pueden decir muchas cosas pero cuando es momento de
dejarse llevar surgen cosas buenas, inspiradoras.
Una especie de poema que se dibuja en la mente de quien la percibe y se
combina de forma perfecta con la imaginación.
Una noche, tomando como punto de partida una foto escribí una frase y quise
más tarde combinar cada letra en este texto que es simplemente la continuación
de un imaginario evento en mi mente.
Algún día estaré allí contigo, con la plaza o la montaña de fondo, con la
puesta de sol y nuestras siluetas formando sombras frente a ella, abrigados
entre los brazos del otro, besando tus labios cada vez que pueda, besando tu
frente al posar en una postal digna de enmarcar en la memoria eterna de
nuestros corazones.
Algún día las distancias dejarán de existir y estaremos viviendo una vida
nueva al lado del otro, llena de cotidianidades bajo un mismo techo, unidos por
el mismo sentimiento: el amor.
Algún día, en el mismo lugar de tus fotos o de de las mías, estaremos
juntos y acompañaremos cada panorama con nosotros como añadidura y estando en
ese lugar te volveré a besar y te diré a los ojos o susurraré a tus oídos que
te quiero y que te adoro y justo en ese instante te recordaré a aquel día
cuando te dije que estaríamos en ese lugar, que las cosas con empeño se pueden
lograr y que nosotros no nos tenemos que minimizar.
Algún día recorreré los caminos que hoy visitas y descubriremos nuevos
paisajes. Quizás no para ser el primero, segundo o tercero pero sí para
compartir nuestro mundo entero.
Algún día le pondré mi presencia a tus fotos y reiré al saber que
finalmente estamos juntos.
“Algún día no, pronto.” Dijo ella.