1 oct 2010

Los Personajes de mi vida (I): “Julián”



Pese a no tener tanta edad como para hacer un post de este tipo o algo así, creo que he vivido lo suficiente como para haber conocido en lo que llevo de vida a muchas personas que pueden ser considerados “personajes”.
La vida está llena de ellos, de esos que pueden ser tus amigos, o tu misma familia, incluso hasta hemos oído decir más de una vez “mi hijo es un personaje” pues, en esta ocasión quiero compartir y reseñar sobre algunos personajes que he encontrado en mi vida.
Julián


¿Quién es Julián? Pues sin duda no se me ocurrió nada mejor para comenzar con esta serie de post’s que no fuera por quizás el personaje más antiguo que mi mente pueda guardar creo, Julián.
Julián era un indigente que solía pasar el día entero en las adyacencias del mercado de Punto Fijo, cuando aún funcionaba como terminal, por allá en el año 1992, 1993. Con su aspecto poco agradable a cualquier niño podría asustar, ya saben, cabello largo, de unos 58 años, con barba, ropas sucias, olor a alcohol mezclado con quién sabe qué cosa y siempre en la misma zona, donde aún funciona la licorería frente al mercado (la de los Gouveia) y donde antes quedaba la panadería Fátima(en la esquina).
     En realidad, hoy en día es muy difícil que un niño se asuste por ver a un indigente en la calle, pero hoy los niños también son distintos, antes mis padres me hablaban y yo obedecía, hoy muchos niños son rebeldes desde que nacen prácticamente.
    Julián se convirtió en una especie de trauma, pues antes hasta mis prim@s que eran como de 14 años también le temían al señor, era un cascarrabias de primera, pero no era mala gente; recuerdo que si te portabas mal o no hacías caso te decían “Mira que sino te llevo para que Julián” y eso te espantaba! A veces, cuando acompañaba a mi madre al mercado (En ese tiempo vivía muy cerca del mercado) y si yo me había portado mal le decía a Julián que me iba a dejar con él y el señor le seguía la corriente.

   La mejor enseñanza que me pudo haber dejado este personaje, a quien recuerdo la última vez que vi estaba en silla de ruedas si no me falla la memoria, es que en realidad fueron pocas las veces que lo vi caminar, solo una vez lo vi, estaba persiguiendo a una prima que le había robado el anís y se lo botó; pero esa vez estaba limpio, afeitado y con el cabello corto. Lo que me enseñó este personaje fue a valorar a las personas sin importar como luzcan, a respetarlas y saber que todos tenemos dignidad y por ello merecemos ser tratados como verdaderos seres humanos sin importar el trauma que le causen a los demás claro!

4 comentarios:

  1. me gusto esta nota "Julián". Tienes mucha razon los niños de ahora no son como antes.. y hay que saber valorar a las personas sin importar como luzcan!! esperare el proximo personaje jeje!! te felicito!! xP

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  2. jeje! Gracias Carol! que bonito es cuando escribes algo y la gente ve lo que realmente quieres reflejar!

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  3. toda la razon hermano, hoy en dia los carajitos nacen rebeldes jajaja creo q tambien llegue a ver a julian una que otra vez, vagos recuerdos. Andres

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  4. que talento Oscar de verdad te felicito me gusta mucho tu blog sigue asi de pana osea hello .... QUIERO SER UN PERSONAJE EN TU VIDA....


    CR!$T!N@...

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