8 dic 2011

Comitiva Empresarial Navideña (CEN)






Apenas llega diciembre, suena Betulio Medina y su Maracaibo 15, todos los venezolanos tenemos muchos sentimientos encontrados, unos son de tristeza, nostalgia, alegría y felicidad. Eso quiere decir que llegó la época navideña, más que porque el calendario marque 1º de Diciembre sino porque desde que se avecina la fecha en cualquier establecimiento vemos el popular “pote” para el aguinaldo o si no lo vemos escuchamos el grito emocionado de todos los trabajadores al decir a coro y a viva voz, sin pena alguna: “dos bolivitas pal’ pote! Graaaacias…” Siempre existe un “cabecilla” que promueve al cliente a dejar el vuelto dentro del tarro con forma de cochinito vestido con saco y hallaquita. ¿A dónde va esa plata? No lo sé… lo cierto es que mientras uno deposita su aporte ahí todos son unidos y agradecidos. Debería haber un pote todo el año para ver esa unión más seguida.

Otra cosa que caracteriza a esa “Comitiva Empresarial Navideña” la cual se activa desde que Noviembre entra en su primera quincena es la de la organización del famoso juego del “amigo secreto” o “intercambio”. Su tarea es evaluar apenas entra Octubre la obtención del lugar adecuado, revisan quiénes viven solos o quienes han remodelado, en otros casos persuaden al jefe o al gerente de la empresa para asistir a su casa, además de disponer del uso de los materiales de la oficina para hacer el respectivo papel dentro de un envase muy al estilo de porta lápices para realizar la repartición de los nombres, ellos son quienes fijan el precio del regalo y qué va a poner cada quien para el encuentro, el cual consta además de mucha caña, música (en algunos casos cuentan con un grupo de gaitas en vivo), la cena y la decoración del lugar. Todo esto lo hacen de manera “fantasma” pues, puedes estar en tu oficina tranquilamente cuando de repente te emboscan con el papelito o te reciben con la tarjetica de invitación para el “evento”.

Entre sus funciones también está la de encargarse de adornar puertas y ventanas, montar el arbolito y las guirnaldas con todo y sus luces en toda la empresa con un presupuesto que no exceda los 500 Bsf incluyendo viáticos y mano de obra. En casos muy remotos se incluyen la decoración de los baños con juegos de sanitarios navideños.

Lo curioso de estos comités es que se desligan esos estereotipos de cargos, donde el resto del año la administradora ve por encima del hombro al vigilante y en diciembre discuten durante todo el almuerzo para determinar cuál bebida es más barata o cual señora hace las mejores hallacas y al mejor precio, todo en pro de la cena navideña. Unas aprovechan para echar un pie con el jefe y bromear sobre algunas actitudes o desplantes que les hayan hecho durante el año (todo esto cuando ya la cena está entrada en calor). Por ejemplo: “jefe, ¿se acuerda la vez que no quiso darme el permiso para ir a la reunión en la escuela de mi hijo? Jajajaja yo decía: este viejo verde que se creerá, mi hijo es más importante! (risas, muchas risas)”. Hay paz hasta que el vigilante se rasca y comienza a caerle a aquella cajera joven y soltera que se fue despampanante despertando así miradas entre todos los asistentes.

Este comité es plural y conciso, al menos mientras dura su labor, pero en muchos casos, reina la armonía entre los que lo integran desde el 15 de Noviembre hasta el 31 de Diciembre, sin pena de hablar con el más alto o bajo en el organigrama empresarial, o sin miedo a que te vayan a chalequear por darle un regalo a la más linda de la oficina, como sea esto forma parte de nuestras tradiciones y esto nos define como venezolanos!

PD: Un comentario ahí pa’ el pote pues… GRAAAACIAAAAAASSSSS!

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