16 nov 2011

Porque esta vida...





Esta vida… tarda nueve meses en llegar y solo basta un segundo para que se termine, está llena de decisiones que por lo general nos conducen a dos caminos: uno bueno o uno malo, para esta vida existen muchas definiciones de las cuales no quiero hablar ahora.

Porque esta vida se resume a fotos y recuerdos que quedan grabados en la memoria, donde viviremos por siempre entre sentimientos únicos que quedan guardados en el corazón y que en cualquier momento afloran para dejar salir lo bueno que sembramos en cada persona que vamos conociendo.

Porque en esta vida uno no debe pasar en vano, uno tiene que dejar un legado por más sencillo que sea; hace tiempo escuché una frase que me llamó la atención y era “No quiero morir sin saber por qué he vivido” y de eso se trata, de saber llegar a los corazones ajenos siendo uno mismo, sin pretender ser ejemplo a seguir de nadie pero sí ser alguien que valga la pena recordar al momento en que nos vamos.

Entre retratos y videos quedamos, para poner a rodar los recuerdos en nuestras mentes, cuando cerramos los ojos, cuando soñamos incluso despiertos, a charlar y compartir anécdotas entre amigos, por más que hayan pasado problemas entre ellos, somos humanos no santos y como humanos erramos y mucho.

Nada importa a la hora de que llega ese vacío, imposible de llenar, se caen los planes, se borran las sonrisas y los abrazos a veces son insuficientes, lágrimas que son pequeñas y un dolor irreparable, un dolor que corre por las venas en cada bombeo de un corazón herido y nos pincha el cuerpo entero, nos desgarra el alma.

Calles vacías que extrañan el andar, amigos cercanos que extrañan el hablar, una familia que necesita a quien se ha de ausentar, pasillos que cada mañana serán más largos de transitar, verte en un lugar que nunca quise visitar, un silencio imposible de inquietar y una vida que muy corta se ha de quedar cuando el corazón se enmudece para el que lo padece.

Siempre será temprano para irse, siempre nos quedaremos cortos, porque esta vida merece la pena vivirla de la forma más sana y respetuosa posible, sin llegar a los extremos y sin abusar de sus beneficios, porque esta vida la transitamos a ciegas sin saber cuándo se acabará el camino, porque supuestamente vivir es empezar a morir, no… para mí no lo es, no hay muerte que valga, porque viviremos más allá, entre recuerdos, legados, fotos y sobre todo en los corazones de quienes nos aprecian y nos quieren, porque esta vida no es suficiente.

Dedicado a Aly Colina “El Brother”.

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