Compartir con varios círculos de amistades siempre es bueno, no todas las personas son iguales y no todas las amistades son las mismas; verdaderos amigos hay pocos pero panas hay muchos.
Un día, mientras conversaba y compartía con unos amigos comencé a pensar en qué tanto habían cambiado los tratos desde la época de mi padre siendo joven o incluso desde mis abuelos hasta acá.
Para ello necesitaré dividir las situaciones, así me daré a entender mejor.
Comienzo por los “nombres” que uno suele darle a un amigo, mi padre solía decirle “compadre”, “primo” a sus amistades, mi abuelo les diría “Don” supongo… Hoy yo tengo toda una gama de nombres que van desde “marico”, “pana”, “amigo”, “vieja”, “men”, “compa”, entre otros… No me imagino a mi padre decirle “Marico vamos a beber” a un compadre suyo. Incluso es tan común que ya “marico” no ofende, ahora si te dicen gay es otra cosa…
Luego están los saludos, mis abuelos saludarían a un hombre con la mano, a las mujeres levantándose el sombrero o con alguna reverencia pero para mis días vividos, he visto hasta cuatro tipos de saludos entre hombres: Dar la mano es el más común, pero luego alguien dijo que eso era muy simple, entonces le añadieron los puñitos; como no era suficiente; pues, al saludo de manos con puñito ahora le sumamos el abrazo con su respectivo espaldarazo, cual “feliz año”, he visto hasta de besitos, cosa que solo hago con mi padre.
Las conversaciones también cambian, otras se mantienen, mi padre hablaba de caballos y triples con sus compadres y nosotros ahora hablamos de parley y el fantasy. Mi padre hablaba con sus compadres sobre “fulanita” que estaba buena y hoy hablamos de que “a fulanita, la que está buena, estuvo conmigo la semana pasada” (Solo aplica en algunos casos), nunca faltó el amigo covero, el que puede con todas, el que tiene más sex appeal que todos, el suertudo, el bonito, el inteligente, el sano (que no bebe ni apuesta pero nunca se sabe por qué se la pasa con uno), el feo, el que siempre gorrea y el que siempre tiene plata, el alzao, el que siempre tiene un chiste o una excusa para todo y el que siempre tiene un “culito”.
Aparte están las reacciones al ver a un pana, de por sí los panas son más alborotados que los amigos. Uno puede estar con un grupo de amigos o panas y pasa un conocido y todos saltan a señalarlo y a gritar al unísono: “MARIIIICO”… Caso contrario al ver a una mujer muy bien dotada, donde todos volteamos a ver de manera disimulada y realizar el “escaneo” respectivo y murmuramos entre sí cosas como: “marico (otra vez el marico) naguevona’ de buena”, “¿sos capaz?”.
Sí, éstos son los tratos que trajo consigo el siglo XXI entre hombres al menos algunos, esperemos se siga viendo como algo “fraternal” y no como otra cosa.
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ResponderEliminarAdrianaCuellar
Jajajajajajaja si supe gozar con este post muy bueno!! En todas acertaste, ahora si hablas mucho de la mujer entonces deberías sacar otro post pero con la misma temática pero sobre la mujer, a ver....lo espero con ansias ^^ ojala que tenga mas gracia que este jeje me gusto mucho sigue así(Y)
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